Sociología Obrera

miércoles, 4 de junio de 2008

Como naturalizar la pobreza. el hambre y su culpa.


Me he impactado al leer el domingo pasado, día 1 de junio, en el diario austral de Temuco un artículo que titulaba "el hambre no permite ahorrar para cumplir el sueño de la casa", él cual estaba referida a la situación de Margarita y su familia que viven en una mediagua, y donde la subistencia y el gasto en alimentos no permite que exista un ahorro para su hogar.

Pese a la tremenda lógica que puede envolver éste texto ¿No se ve acaso tras de él una clara intención de ocultar fenómenos sociales concretos como la pobreza, la exclusión, el desempleo, etc., para transformarlos en problemas biológicos que invisibilizan cobardemente una crítica social de fondo?

Cuando nuestra querida periodista se atiene a señalarnos descriptivamente cuales son las condiciones de vida que enfrenta esta familia, la precariedad con que deben lidiar día a día, las incomodidas y penurias que deben sufrir en una vida llena de sacrificio, etc., resultan convincentes y cargadas de una sensibilidad sorprendente ante el tono descriptivo, aunque a la vez la posición resulta comoditicia y bastante superflua, ya que encierra una tremenda contradicción en Chile (y en Temuco como lo veremos en su artículo sobre los campamentos en la región) en una frase austera que no logra más que acallar las causas de la vida de Margarita en esas condiciones ¿Por qué los diarios no se refieren a eso? ¿Por qué terminar hablando de los estómagos vacíos y de 'la esperanza' en un estado o en una lógica funcional a los intereses del Estado?


Pero como culpar a tan 'noble espíritu' como el de nuestra reportera, que se atiene a sacar una conclusión tan profunda con respecto de la realidad al escuchar de la voz de Margarita: "Qué voy hacer si mis hijos tienen hambre. Yo he abierto una libreta, pero luego tengo que sacar la plata si los chiquillos la necesitan". Obviamente lo primero que se le puede venir a la mente a una persona 'sensata' es la magistral idea de que "el hambre es la culpable" ¿O no?

A este nivel de análisis nos tienen acostumbrados los medios de comunciación patronales, con este periodismo vacío, cargado de una naturalización de la pobreza en una dimensión ideológica profunda que luego de un período de consolidación empieza a mostrar sus grietas y sus primeros síntomas objetivos de decadencia.

Por ello nuestra querida periodista no se ha podido salvar de que cuestionemos al hambre como culpable, ya que al final del día ella tiene las mismas necesidades alimentacias que cualquier ser humano con sistema digestivo, y aún así termina acostándose en una suave cama todas las noches.





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