Sociología Obrera

jueves, 9 de febrero de 2006

Supuestos epistemológicos para una investigación Dialéctica

El paradigma hegemónico de ciencia social tiene “hechos observables” (que son los “explicables”) que están delimitados (y por lo tanto “reducidos”) dentro de un espacio problemático determinado por la posibilidad de la experiencia cotidiana (del mundo capitalista para el capitalista). Es necesario por ello, para poder abrirse a “nuevos hechos todavía no-observados”, desarrollar un nuevo “paradigma” -como diría Th. Kuhn-, implementar otro “programa de investigación científica” -como indicaría I. Lákatos-. Ambos (el paradigma y el programa) exigen como punto de partida una “localización”[1] práctica desde un “interés” práctico que es constitutivo de la “posibilidad de la objetivación” del hecho[2], y que el mismo J. Habermas advirtió de su importancia en su obra Conocimiento e Interés[3].

Es por la crisis de la cotidianeidad histórica, debida a transformaciones acaecidas en diversos momentos estructurales condicionantes (sociales, económicos, políticos, históricos y hasta biográficos), que la subjetividad científica (“éste” científico o “ésta” comunidad científica) se sitúa práctica (política y socialmente) en el mundo de una “nueva” manera. Desde su nueva posición existencial se le abren nuevos observables
[4]. Es así como los supuestos epistemológicos se dan desde la transformación y aplicación de teorías que están ligadas en muy buena medida a procesos sociales reales: la introducción de nuevas definiciones no sólo se debe a la coherencia lógica de un sistema, sino también a las metas de la investigación, fijadas desde fuera de ella misma; y, por otra parte, tampoco es sólo el científico quien comprueba la relación entre las hipótesis y los hechos, porque es en la industria donde se verifica tal conexión. Por tanto, creer que la tarea científica es una actividad independiente de la autoconservación y reproducción de la sociedad, creer que puede sustraerse a la historia y que brota únicamente del conocimiento, es, en buena ley, ideología[5].

Por ello, uno de los supuestos epistemológicos en la investigación social a realizar es la Negación, esto desprendiéndose directamente del paradigma dialéctico de investigación
[6]. “Para la lógica dialéctica la negación constituye un momento inmanente al proceso objetivo, que permite la mediación y la transición. La acentuación del elemento negativo de la dialéctica frente a la identidad es una de las constantes de los intelectuales de la escuela de Frankfurt, para quienes la identidad es forma originaria de la ideología hegeliana. Alejar la negatividad de la realidad supone conformar los objetos a los conceptos desde una lógica de la dominación e impedir la transformación de la realidad, al positivizar lo dado. La crítica como negación es más adecuada para nuestro momento que una utopía positiva, a no ser que sea fruto de la imaginación dialéctica (Marcuse) o comunicativo-formal (Habermas)”[7].

Es decir, que la realidad se encuentra dentro de un proceso dialéctico de conformación, en donde el desarrollo de material dialéctico y histórico juega un papel fundamental como ley de la síntesis y unidad de la sociedad en su conjunto. En Marx, por la forma la explicación es “científica”, por el contenido es “crítica”: cientificidad y criticidad exigen dos criterios de demarcación distintos
[8]. Algo científico puede no ser crítico (ciencias funcionales); algo crítico puede no ser científico (el militante no científico); algo puede ser científico y crítico (la “ciencia crítica”). Claro que, una vez abocado a “explicar” el nuevo hecho observable, el nuevo tema, surgen nuevos problemas (“¿Por qué el obrero es pobre y el capitalista acumula riqueza sobre riqueza?”) y se necesita desplegar un nuevo paradigma, nuevos métodos explicativos o comprensivo-hermenéuticos. Escribe Marx: “Es una tarea de la ciencia (crítica, agrego yo) reducir el movimiento visible y puramente fenoménico (erscheinende) al movimiento real interno (innere wirkliche Bewegung)”[9].

Los cinco rasgos de la dialéctica marxista, dialéctica que da pie a esta investigación y que en sí implica los supuestos epistemológicos directamente, son:
v Todo se halla en relación: la dialéctica considera la naturaleza y la sociedad como un todo en interacción, como un todo relacionado. Los objetos los fenómenos sociales, los sujetos se relacionan entre sí
[10].
v Todo se transforma: la dialéctica considera el cambio y el movimiento como condición básica de la realidad. El análisis de la realidad debe incluir los análisis del cambio, la investigación de los hechos sociales y naturales en su dimensión dinámica y no estática.
v El cambio cualitativo: la Transformación de la cantidad en cualidad. El cambio cualitativo supone el paso de una cualidad a otra, de un estado a otro
[11].
v La lucha de los contarios o la ley de la unidad de los contrarios: la lucha de los contrarios es lo que produce el cambio. La contradicción expresa la lucha de los contrarios... y une a los contrarios en la lucha... si no se diera conflicto no habría progreso. Así mismo, la lucha de los contrarios, al contradicción une al sujeto que investiga con el objeto investigado, el pensamiento con al experiencia, la práctica con la teoría.
v Ley del desarrollo en espiral: esta ley supone la integración de lo superado en lo nuevo. Lo nuevo no destruye a lo anterior sino que lo integra en sí y mejora.

Si nos damos cuenta, los supuestos epistemológicos mencionados anteriormente dan cuenta de consecuencias sobre el conocimiento y la investigación de la realidad
[12]:

v La relación entre objeto y sujeto de conocimiento: el paradigma dialéctico plantea que el conocimiento se produce en la práctica. “La lógica dialéctica permite dar cuenta la mismo tiempo del cambio que opera el conocer sobre el objeto conocido, y el objeto conocido sobre el conocimiento: Es la lógica adecuada para la praxis”
[13].
v Relación entre teoría y práctica: el conocimiento debe ser un conocimiento práctico, debe permitir transformar la realidad. El saber científico no tiene como finalidad describir la realidad o establecer leyes universales, sino transformarla.
v La relación entre lo concreto y lo abstracto: la dialéctica pretende un conocimiento de lo concreto. Lo concreto hace referencia a la individualidad, a la subjetividad de un hecho de conocimiento... para la dialéctica “lo verdadero es lo concreto. La abstracción es una etapa hacia lo concreto recuperado, analizado y comprendido
[14]”. La abstracción, la teorización solamente vale en la medida en que nos permite conocer los concreto, los hechos en su contexto histórico y espacial científico.
NOTAS:

[1] Algo así como la “location” indicado por Homi Bhabha, The Location of culture, Routledge, London, 1994.
[2] Una vez que aparece el “nuevo” hecho, desde un hecho antes no advertido puede pensarse en lo que Ch.S. Peirce llama “abducción” (de la “Subsumtion” de Kant y la “Aufhebung” de Hegel, como la illatio de los clásicos): el poder lanzar desde el “nuevo” hecho una “hipótesis” científica, una nueva “teoría” que explique “este” nuevo hecho que antes todavía no había sido observado: un nuevo observable no explicado por las teorías vigentes que exige nueva teoría. Ese momento genial, creador, inventivo de la “lógica del descubrimiento” exige la innovación dialéctica del saber “pasar” de lo dado hacia lo oculto, lo más allá, lo trascendental en el proceso dialéctico. Ver Enrique Dussell en su artículo Sobre el concepto de ética y de ciencia crítica, en Herramienta Revista de Debate y Crítica Marxista. http://www.herramienta.com.ar/
[3] Taurus, Madrid, 1986. El “interés” práctico fundamental dispara el conocimiento hacia un hecho previamente descubierto dentro del dicho horizonte práctico. Pero para “poder” descubrir un “nuevo” objeto previamente hay que abrirse a un “nuevo” mundo. Este “nuevo” mundo lo abre la “experiencia” (en sentido ético) práctica de internarse en la praxis en dicho ámbito, por ejemplo “el mundo obrero” para el Engels recién llegado a Inglaterra.
[4] Enrique Dussell en su artículo Sobre el concepto de ética y de ciencia crítica, en Herramienta Revista de Debate y Crítica Marxista. http://www.herramienta.com.ar/
[5] Cortina, A. (1986): Crítica y utopía: La Escuela de Francfort, Madrid, Editorial Cincel, pp.45-46
[6] El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[7] Cortina, A. (1986): Crítica y utopía: La Escuela de Francfort, Madrid, Editorial Cincel, pp.202-203)
[8] Ver las tesis de demarcación entre ciencia estándar y ciencias críticas a través de Enrique Dussel, o del texto de ¿Ciencias Sociales críticas? ¿Un nuevo criterio epistemológico de demarcación?
[9] El capital III, Cáp. 18; Manuscritos Filosóficos-Económicos 25, p. 324. Karl Marx.
[10] “Todo fenómeno puede convertirse en absurdo si se examina sin conexión con las condiciones que lo rodean... y, por el contrario, todo fenómeno puede ser comprendido y explicado si se examina en su conexión indisoluble con los fenómenos circundantes y condicionado por ellos”. Politzer, citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[11] “el momento de la acción – del factor subjetivo – llega cuando todas las condiciones objetivas (cambios cuantitativos) están reunidas y basta con una débil asociación procedente del sujeto para que se opere el salto (cambio cualitativo). Henry Lefebvre citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[12] El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[13] Martín Serrano citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999
[14] Henry Lefebvre citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.

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