Sociología Obrera

viernes, 27 de enero de 2006

Respuesta al Mov. Atina Chile y su pregunta burguesa

¿Qué campañas se necesitan hacer para mejorar nuestros países?
o la pregunta del futuro socialista de América Latina


Lo primero ha señalar es que esta pregunta reduce un margen de acción en “pos del bien de Latinoamérica” a los programas de estado. Estados, que según la política demostrada hasta el momento, no complementan a nivel continental un socialismo que erradique las diferencias nacionalistas para hablar de América Latina. Por ello, podemos seguir hablando del interés de Perú, de Chile y Bolivia en conflictos territoriales sin integración socialista.

Lo que pretendo aclarar a vuestro medio, es que, primero, Latinoamérica no existe como conformación política homogénea; segundo, que “el bien” de América Latina no existe per se y no es una determinación y definición concreta de las expectativas políticas de las clases en la sociedad, y terecero que la solución a través de “implementación de programas” radica en mejorar nuestros países desde la perspectiva del gobierno centralista burgués y su planificación centralizada de la sociedad.
En cambio la postura de campañas, resulta ambiagua, pero da una posibilidad de configurar una respuesta desde la perspectiva de un futuro socialista en América Latina.

Latinoamérica y la conformación política
Los años setenta del siglo XX marcan un punto de no retorno en la reconstrucción del orden capitalista. Los regimenes dictatoriales se encargaron de sumir a la población Latinoamérica en una doble dualidad que se mantiene hasta nuestros días. El Estado-nación comprendido desde la perspectiva política pretendió ser fortalecido a través del discurso patriotero, lleno de chovinismo burgués y de reivindicaciones internas, que fortalecieran el quiebre con la ideología-política socialista y la integración entre los pueblos, que había conducido a procesos de movilización e identificación propia del sujeto latinoamericano, con su cultura, su historia y su herencia colonial.

La triquiñuela ideológica que utilizó la burguesía nacional e imperialista (recordemos su coalición) fue pasar a un proceso de diferenciación progresiva entre las naciones del continente, destacando y alabando la política imperial como aliado político y económico de la nueva América reinante. La coalición entre la burguesía imperial y nacional se volcó como la gran apuesta de los intereses económicos de los nuevos procesos de reestructuración hegemónica, en este sentido la exclusión social, económica y política debía volver a ser parte de las relaciones sociales entre latinoamericanos.

Varios intentos o ensayos de guerras nacionales fueron preparados por los regimenes militares, obviamente formas de engaño, de teatro político para ocultar las políticas neoliberales que se insertaban de telón en le proceso de domesticación latinoamericana. La guerra era vista como forma de hacer política con otros medios, pero desde la perspectiva de una preparación ideológica y cultural requerida para los procesos desintegradores y alienantes que se preparaban en conjunto a los economistas y estadistas de las grandes naciones imperialistas que pretendían conquistar nuevos mercados. El proceso debía ser pacífico, y así fue en la mayoría del continente.

La brutalidad se vio después. Pero la lucha contra la política neoliberal era restringida en su marco de acción. Enfrentamientos distintos se dieron frente a la política neoliberal y sus gobiernos dictatoriales, pero lo que queda claro es que las mismas características de adopción y de profundidad del neoliberalismo en cada país son distintas, y que a la vez, la estructura social que quedó conformada en el proceso de explotación y desintegración social dio como resultado pequeñas islas políticas y pequeñas estructuras económicas listas a ser violadas por el capital imperial.

El bien común para Latinoamérica se hace general y común en el sentido de que toda ella ha sufrido el proceso de transnacionalización de la economía, los avatares de la globalización económica y política, y los dolores de un subdesarrollo perpetuo en torno a las políticas imperiales (FMI, BM, etc.). El neoliberalismo es el factor común, el mal mayor y el enemigo común: la apropiación de la plusvalía por parte de la burguesía nacional patronal, la privatización de los recursos, la posesión de los medios de producción, ya no por la burguesía nacional, sino por la transnacional, en fin, elementos que configuran económicamente una Latinoamérica “homogénea” (en términos estructurales), pero que políticamente ha llevado a cabo distintos procesos de convivencia con la política imperialista y los capitales extranjeros en la región.
Sin lugar a duda, la convivencia de dios y el diablo en la misma cama es la metáfora que encuentra respuesta a este desarrollo, aunque debemos saber que dios y el diablo, hoy, en América latina son la misma bestia con distinto nombre. La política de la burguesía nacional es la misma que la de la imperial en los países donde el neoliberalismo ha intervenido todas las instituciones de estado (empezando por el derecho), pero en otros ha buscado formas de adecuación y subsistencia entregando concesiones al pueblo marginado y hambriento, a la clase trabajadora y a los explotados en general, abriendo discusiones como “la cuestión social”, la “igualdad de oportunidades”, etc., discurso propio del liberalismo burgués en medio de un clima económico de marginalidad, inequidades en el ingreso, la salud, etc.

Los procesos de exclusión no se han dado de la misma forma en el continente, pero al crisis objetiva del modelo económico se manifiesta de distinta forma en le despertar de la conciencia de clases del movimiento obrero en algunos países, sumado a los movimientos indigenistas y feministas, etc. La agudización de la crisis entrega soluciones que abren el campo político a opciones reformistas y neopopulistas que ven “el bien de Latinoamérica” en la sobre vivencia del modelo económico en beneficio de la burguesía nacional y los poderes fácticos de los regimenes de estado, jugando con las necesidades del pueblo latinoamericano.

En este sentido, sabemos las limitantes de los múltiples programas que hoy se abran como opciones al neoliberalismo en la región y en el globo, y los intereses que representan, y la inconsistencia de su política en términos de clase, y por lo tanto del mismo socialismo.
Los procesos de exclusión no se han dado de la misma forma en el continente, pero al crisis objetiva del modelo económico se manifiesta de distinta forma en le despertar de la conciencia de clases del movimiento obrero en algunos países, sumado a los movimientos indigenistas y feministas, etc. La agudización de la crisis entrega soluciones que abren el campo político a opciones reformistas y neopopulistas que ven “el bien de Latinoamérica” en la sobre vivencia del modelo económico en beneficio de la burguesía nacional y los poderes fácticos de los regimenes de estado, jugando con las necesidades del pueblo latinoamericano.

En este sentido, sabemos las limitantes de los múltiples programas que hoy se abran como opciones al neoliberalismo en la región y en el globo, y los intereses que representan, y la inconsistencia de su política en términos de clase, y por lo tanto del mismo socialismo. No existe la mínima atención en el proyecto común ¿por qué? Porque proyectos como el “bolivarismo venezolano” son manifestaciones de un populismo que contradice la política real que ha puesto en práctica Hugo Chávez en los pozos petroleros y los capitales extranjeros presentes en la industria. También se encuentra el mismo desafío o experiencia política concreta de Evo Morales y el clima que rodeo los días anteriores a su asunción como presidente de Bolivia, en cuanto las conevrsaciones, promesas y acuerdos del gobierno del MAS desde la COB (y sus intereses obrerso suscritos en un pergamino de peticiones al mandatario) hasta la burguesía de Santa Cruz y la española protegiendo la inversión extranjera en el país, retocando el discurso electoral para pasar a la falacia socialdemocrata y sus implicancias políticas.

Así sólo queda decir que: “los intereses del burgués nunca son los mismos que del obrero”, por lo tanto regimenes de gobierno que pretenden implementar programas o camapañas simepre lo harán desde la política burguesa y nunca desde la obrera dando como resultado un “bien común” inexistente para el presente de Latinoamérica y la conformación mayoritaria de su población.

Conclusión: El socialismo latinoaméricano y al campaña de la conciencia de clases
Por ello, la campaña que debe desarrollarse, no proviene de los gobiernos en américa Latina, ya que ninguna relamente considera la integración socialista, sino la integración económica del capital y al supremacía de las burguesías nacionales; todo esto es un juego en que los actores económicos propietarios del capital son los que ponen las pautas y reglas del entremado productivo, para terminar con discursos acerca del crecimiento ecnómico y de la flexibilización laboral.

Si América Latina desea ser "mejor", debe hacerlo desde su mayoría y no desde la perpectiva de la minoría que hoy domina. La campaña a iniciarse es una campaña política particular a las fiestas electoralistas en el continente. Es un proceso que se abre desde muchos frentes de acción, en busca de las verdades vedadas al trabajador, al poblador, al explotado, etc. La campaña está en hacerse participe de una identidad pro-obrera y anti-nacionalista burguesa, en decantar ideogías al servicio de la crisis de los régimenes y acelerar los procesos de agotamiento de la burguesía reaccionaria.

Dirigir y emprender este trabajo es tarea de los mismos trabajadores, quienes deben desarrollar organismos de rerpesntación obrera, política sindical de clases y, por lo tanto, no reformista, discusión con respecto a las direcciones de las centrales de trabajadores en cada país, etc. Todo está en despertar del letargo y dejar de confiar en la acción descarada de la burguesía y quienes se hacen pasar por "amigos del pueblo" a través de un discurso amigista y colaboracionista de clases.

Para ello, la clase obrera necesita prontamente la conformación de un partido que los represente y desarrolle un política de clases revolucionaria. Partido que sólo es fruto de la organización colectica del movimiento obrero, el cual empezará a despertar y a exigir a los regimenes de gobierno por la izquierdización en los discursos en los últimos procesos electorales en América Latina.

Hoy, la campaña se llama socialismo, y entiendase por ello no el prácticado por los partidos mencheviques, reformistas o burgueses de Chile, Argentina, etc., sino que el socialismo de los trabajadores, el mismo que Trotsky describió muy bien en su programa de transición o en la teoría de la revolución permanente. Ese socialismo, es un socialismo revolucionario que no teme enfrentarse a los patrones y hacer de este mundo un antro de justicia.

jueves, 5 de enero de 2006

Programa lista “despierta, organizate y lucha. Por un Congreso Universitario y la segunda reforma universitaria.


LAS CONDICIONES ACTUALES DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LA UFRO. A 25 AÑOS DE LA ARREMETIDA DEL NEOLIBERALISMO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

Este año se cumplen 25 años de la Universidad de la Frontera, a la vez se cumplen 25 años del decreto ley impulsado el año 1980 por la dictadura que cercenaba las bases de organización de los estudiantes en el ámbito universitario. Este proceso pasaba por la reformulación del marco jurídico y legal que constituía la organización de la universidad, decretando entonces un marco de ordenanzas de derechos y deberes que fuera correspondiente a la época de represión dictatorial existente en el país.

Esto fue acompañado de un marco organizativo que dio a la Universidad a forma de una organización burocrática y empresarial, en donde los principios básicos de la política de la democracia directa y triestamental fueron remplazados por la condición jerárquica de empresarios y políticos designados desde las cúpulas de la burguesía.

Los estudiantes, los funcionarios y los académicos quedamos resignados a ver como la universidad se constituye en un proyecto lejano a los intereses de la clase trabajadora, lejano a la conformación de una sociedad más justa a través de la toma del poder y de las luchas del movimiento obrero, dando paso a la conversión de un mecanismo de reproducción de una economía injusta guiada por los intereses patronales del país. En momentos en que se avanza en la destrucción de los últimos restos de la educación superior pública (Ley de Financiamiento, de Acreditación, etc.) y en pleno periodo de elecciones, el Gobierno no hace más que, con la supuesta “educación gratuita para los más pobres”, disfrazar una completa reingeniería de la LOCE y del sistema de financiamiento de la educación superior pública y que busca hacer entrar, directamente, a los bancos en el “negocio de la educación del sistema capitalista”, quitar el beneficio de los créditos a un amplio sector de estudiantes.

Actualmente los fines principales de la Universidad en general han sido absorbidos por las tendencias y pensamientos del sistema establecido (económico, político y social), con esto la lógica del pensamiento único se impone, sobre el objetivo primordial de esta institución. De ser una institución con fines educativos y de crecimiento, pasa a ser un organismo basado en una ideología económica, política y educativa, cuyo fin es perpetuar el estado de las cosas. De esta forma la “esencia” de la Universidad pasa a un segundo plano, o a evaporarse, ya que la ideología que domina la superestructura condiciona todas las formas negativas de pensamiento que resulten “nocivas”, “dañinas”, para la estructura, la cual sigue perpetuando a los individuos, restándoles capacidad de crítica y alienándolos a través de una falsa conciencia, la cual es representada en el pensamiento positivo, donde la realidad (evolución del progreso científico-técnico) y el pensamiento (establecimiento de verdades a través de procesos de imposición, irreflexión y identificación con las necesidades del mercado), convergen generando la unidimensionalidad de una sociedad y del ser humano.

En este momento histórico, en que la Universidad sufre una contrarreforma del tono asistencialista de parte del Estado burgués, debemos estar atentos, como estudiantes, y principalmente como seres humanos (cosa que pretende hacernos olvidar la burguesía) principalmente de dar una batalla en los frentes que sea necesario para dar la posibilidad de abrir las rejas que el conocimiento sufre en nuestras Universidades, las rejas que hoy nuestra convicción política nos llama destruir.
En el área específica de la educación, el contexto histórico presente nos demarca un proceso de privatización que se ha abierto camino por medio de diversas políticas complementarias. En primer lugar, el precario presupuesto estatal para la educación pública que conduce a la reducción de los salarios de los educadores, a un aumento del alumnado por aula individual, al deterioro de las instalaciones, etc. La reducción de los gastos educativos y de otros gastos sociales también tiene un objetivo ideológico: lograr que la educación pública se deteriore y, luego, argüir que cualquier actividad pública es inferior a la empresa privada capitalista. Además, la reducción de la financiación pública de la educación hace que las escuelas públicas sean más dependientes de la financiación privada, lo cual hace que aumente la influencia del sector privado sobre la educación.

La promoción y la subvención de la educación privada y, por consiguiente, el deterioro de las escuelas públicas, conduce a la segregación de la educación entre los pobres y las clases medias bajas. El financiamiento de la educación privada tiene varios objetivos. En primer lugar, promueve la idea de que lo privado es mejor que lo público. En segundo, aumenta la calidad de la educación privada para las clases privilegiadas y reduce los gastos de la elite.

En éste sentido la ley de financiamiento estudiantil se presentó como la consagración de la práctica privada en la educación superior en nuestro país, demarcando las exigencias del sector privado al sector público en una forma grotesca, pero concordante con los principios del neoliberalismo. Las prácticas del neoliberalismo son muestra de las dinámicas de acción orientadas hacia el mercado, que en este caso son legitimados y consideradas como esencia política y sustancia jurídica.

Frente a esta arremetida que compone la política neoliberal promovida esta vez desde el gobierno y legitimada en conjunto por los partidos políticos parlamentarios, las universidades, y especialmente el cuerpo estudiantil, llamamos a:
§ Generar un trabajo basado en los principios y fundamentos que acompañan los criterios de derecho en los cuales se enmarca la educación al servicio de los trabajadores.
§ Denunciar la política reformista que pretende a través de consignas como “arancel diferenciado” continuar con la lógica mercantil en la educación.
§ Luchar por una Nueva Reforma Universitaria, la Educación Gratuita, Estatal, Única y de Calidad, levantando asambleas organizadas a través de la democracia directa para dar la pelea desde las bases.
§ Avanzar a través de la mayor unidad con los estudiantes universitarios –sea de los establecimientos públicos y privados, con los estudiantes secundarios, con los pobladores y los trabajadores.
§ Impulsar, junto a todas las organizaciones de que se dota el movimiento estudiantil, la más completa unidad de acción con los funcionarios y los académicos para pelear conjuntamente por un aumento sustancial de sueldos de los funcionarios, plenos derechos a su sindicalización, que la universidad admita en su seno a todos los trabajadores que hoy operan por la vía de contratistas y subcontratistas. Plenos derechos de todos los profesores y ayudantes, sean titulares o no, que puedan participar junto a estudiantes y funcionarios en la elección del rector y de todas las autoridades. Queremos métodos democráticos de elección de cargos y de concurso público de sus funciones.
§ Exigir el carácter público de los resultados de la evaluación docente. Exigir calidad académica de parte del profesorado. No queremos más castas de académicos apernados en la Facultad, por lo que llamamos a la conformación de un comité evaluación de pares que se encuentre en trabajo conjunto con el MINEDUC, siendo elegidos sus integrantes por alumnos y profesores para ratificar y hacer efectivos los parámetros de calidad requeridos y evitar la práctica flexibilizadora en el campo laboral del profesorado. Apoyar las iniciativas críticas de las carreras en la reformulación de mallas curriculares.
§ Impulsar la más férrea unidad obrero estudiantil y que se plantee apoyar decididamente las luchas de los trabajadores y el pueblo. Por ejemplo, poder comenzar, ya mismo, a pelear por el establecimiento de cátedras nocturnas y libres al servicio de los estudiantes y con ingreso especial de trabajadores y otros sectores marginados como forma de lucha conjunta con una política de revocar la PSU y tener ingreso irrestricto a la Universidad.

2. LAS LIMITANTES DE LA LUCHA DE CLASES EN LA UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA.

El proceso recién terminado de movilizaciones, el presente año, (aunque aún dista de tener una evaluación seria de parte de la facultad) ha dejado como consecuencia y resultado una apatía generalizada de parte de la mayoría del estudiantado. Fenómeno que no sólo se puede reflejar en la facultad de Educación y Humanidades, sino que es aplicable a la totalidad del estudiantado de la UFRO, el cual recién comienza a desarrollar los lazos organizativos para recomponer el esquelético cuerpo estudiantil.

El sentimiento y, más allá de ello, la derrota misma puede encontrar una serie de explicaciones en la táctica política utilizada éste año en pos de la oposición a la Ley de Financiamiento Estudiantil y a la forma organizativa en que se llevaron a cabo las movilizaciones – falta de discusión política, escasa información, desconcierto generalizado, etc.- que vale la pena discutir en materia de estrategia política: El Freno de las Estructuras Burocráticas y La Política Conciliadora de las JJCC, sumada a la personalización y manoseo inescrupuloso del discurso de la horizontalidad. Pero las conjeturas que podemos realizar son amplias, y a lo que deseamos referirnos es a las consecuencias que a implicado la última derrota en las movilizaciones pasadas.
Lejos de ser un factor menor, el estado de ánimo de las masas es importante a la hora de volver a plantearse una agitación política a nivel nacional, y además debemos analizar lo que ha significado y significa el continuar desorganizado. La pérdida de espacios físicos que fueron conseguidos con tanta dificultad y rebeldía de parte de la organización colectiva de la facultad, que da muestra de que en cierta forma se han olvidado los “pequeños éxitos” y más que nada la tradición política crítica de los estudiantes de la Facultad que hoy en día se olvida por la frágil memoria colectiva. El volver a contagiarse, a impregnarse de este espíritu se hace fundamental como tarea constante en cuanto a la identificación de los sujetos con su organización y la colectividad.

De hecho la ausencia de éste espíritu, es la primer limitante con el que nos encontramos en la reconstitución de una organización al interior de la Facultad de Educación y Humanidades, pero por ello que dentro del programa también hemos incluido actividades que llamen a la generación de lazos entre los estudiantes de facultad, recuperando los espacios que eran propios de la organización estudiantil, y que habían quedado olvidados como núcleos de confluencia estudiantil.

Estamos en un momento en que se requiere una unificación de las organizaciones de clase en la universidad, el constituir la clase para sí, para volver a levantar un discurso y una práctica progresista que se planteé la lucha por el co-gobierno triestamental paritario de las universidades. Hace nuevamente unificar y construir un movimiento estudiantil unido, combativo, pro-obrero, antiimperialista, con nuevos organismos basados en la democracia. directa estudiantil. Esto porque la ofensiva de la clase patronal se hará sentir el próximo año cuando entre al congreso la ley de estatutos y la ley de acreditación, las que pretenden consolidar el proyecto de mercantilización de la educación en Chile. A esto, los estudiantes debemos responder con una enérgica respuesta al Estado, donde éste se haga cargo del financiamiento de la Educación, mientras que los estudiantes, junto a los funcionarios y académicos decidamos el futuro de nuestras universidades.

Debemos tomar en cuenta la configuración de clases que pretende imponerse en el movimiento estudiantil en nuestra universidad, y la lucha que el próximo año se dará de acuerdo a los intereses políticos patronales presentes en las demás facultades, que ya se hacen notar por vía del proceso de elecciones y las presiones existentes en FICA de parte de la política concertacionista, aliada, como en muchas otras oportunidades, a la derecha.

3. POR UN CONGRESO REFUNDACIONAL DE LA FACULTAD DE EDUCACION Y HUMANIDADES Y DE LA UFRO.

Para discutir estas propuestas en espacios amplios y democráticos, exigimos la realización de Pre-Congresos por facultad, de carácter democrático e informado. Esto como iniciativa a trabajar los temas que implican la 2ª Reforma Universitaria, en donde se asienten las bases de las transformaciones democráticas negadas por la oficialidad, por su carácter dictatorial y burgués.
El congreso es la instancia en donde las estructuras existentes pueden ser transformadas, dado su carácter resolutivo, por lo que es la piedra base de la organización estudiantil, en donde se fortalecería la posición de clases presente en el estudiantado y que involucra directamente un proceso democrático y dialógico acerca de la forma y el contenido que la organización de la Facultad y la Universidad debe tener.

El congreso es fundamental en la lucha que se presentará el próximo año y que implica necesariamente la reformulación del marco jurídico de la UFRO. Si los estudiantes no damos una propuesta clara que unifique criterios y que de una muestra clara de las condiciones en que el movimiento estudiantil presenta una propuesta alternativa de organización y que se fundamenta en una conciencia social y política de la realidad.

En nuestra Universidad, como en todas las demás, las “posiciones de poder” son añoradas por la política concertacionista y la política colaboracionista de clases, por ello hoy que atravesamos un proceso eleccionario a nivel nacional y una reforma que enmarca la ley de estatutos y la ley de acreditación, no es de extrañar que la arremetida de la concertación pretenda reformular su propuesta de elección de federación al interior de la UFRO. En este caso debemos responder con la necesidad de un Congreso por Facultad, con la necesidad de un Congreso UFRO antes de continuar los procesos de elección.

La preparación de congresos por Facultad es un trabajo que debe realizarse conjuntamente entre las facultades, por lo que implica el compromiso y la voluntad política de trabajar en pos de la reestructuración del movimiento estudiantil.

Necesitamos unificarnos con los profesores y funcionarios de nuestra universidad y de todo el país, a los estudiantes secundarios y a los trabajadores, queremos exigir la participación, con derecho a voz, de delegados del movimiento obrero, poblacional y del movimiento secundario en las instancias de los Pre-congresos y Congreso UFRO, si es que éste último se lleva a cabo.

4. RECUPERAR LA COMUNIDAD PERDIDA

Se ha identificado al interior de la Facultad de Educación y Humanidades la pérdida del vinculo identitario que diferenciaba a nuestra Facultad de las demás en el plano netamente artístico, cultural y recreativo. En este fenómeno se han destacado la perdida de lazos comunicativos e interactivos entre los estudiantes de la facultad, convirtiendo la Facultad en n sin fin de mundos privados que alcanzan a comunicarse por una lejanía que radica más mucho más allá de la corporeidad.

El asumir el trabajo de volver a impulsar en la Facultad los nexos recreativos que caracterizan la expresividad artística, y la conexión del estudiante con su entorno y su propia personalidad son muestra del compromiso por incentivar una dinámica cooperativa al interior de la facultad que permita, además del desarrollo netamente intelectual, también la manifestación cultural, el ocio y el cultivo artístico como forma de identificación colectiva entre los estudiantes, dando cabida a una coordinación para actividades de otra lid.