Sociología Obrera

domingo, 21 de octubre de 2007

El trabajo en el modo de producción capitalista

El trabajo en el modo de producción capitalista. (Parte I)


Apertura para debate.

Este texto pretende ser el comienzo de una serie de reflexiones frente al tema del trabajo en la sociedad capitalista, de acuerdo a los alcances de la teoría marxista, tratando de investigar y profundizar en campos que han quedado 'postergados' de acuerdo a las características que han asumido las transformaciones económicas como a los mismos debates teóricos que ha conducido la clase dominante a través de su ideología hegemónica del pensamiento único.

En estos momentos las condiciones de producción resultan de la anarquía de la tasa de ganancia y de la producción de acuerdo al interés individual y la apropiación de plusvalor. Ya con esto no hablamos de una perspectiva humana de la economía, ni tampoco hablamos de una perspectiva social o democrática (en abstracto) de los fines de una sociedad. Pero esto lejos de resultar ser un hecho fatalista y finalista en cuanto al desarrollo de la historia, habla de consecuencias y formas de superación de la situación existente por medio de una emancipación conjunta de la clase hoy mayormente explotada bajo el yugo inhumano de la producción capitalista.

¿Por qué esta necesidad de superar? Pues porque en medio de este entramado de configuraciones y relaciones de acumulación, explotación, marginación, etc. Se encuentran seres humanos, personas, sujetos que en su condición de trabajadores están sufriendo las contradicciones de éste modelo económico y del dominio político de una minoría sobre las mayorías.

El sufrimiento de estas contradicciones hemos visto que pasa por distintos aspectos de la vida de los sujetos, pero podemos identificarlas en las dimensiones que Marx tan claramente señaló en relación con la producción, y de las cuales nosotros podemos derivar una serie de problemáticas que enfrentan al ser humano consigo mismo y a una lucha interna, psicológica por obtener estabilidad en su relación con el medio, los demás y su persona.

El proceso de producción y el trabajo.

Como resultado de la caída de la tasa de ganancia tiene lugar, a partir de los años 70’, una profunda crisis del capital: el modelo de acumulación tambalea porque las nuevas pautas de consumo tienden a ser restringidas y de rápida rotación. Consecuentemente, los grandes grupos económicos transnacionales, que controlan la mayor parte de los mercados, comienzan a implementar distintas estrategias a los fines de lograr la mayor productividad de las empresas.

Así, en la década del ’80 asistimos a profundas transformaciones en el mundo del trabajo, que se traducen, entre otras, en grandes modificaciones respecto de la modalidad de inserción de la clase obrera en la estructura de producción, así como en las formas de representación política y sindical. El trabajo parcial, inestable comienza a instalarse cada vez con más prepotencia y lleva, entonces, a la sanción de leyes basadas en la necesidad de un derecho de trabajo flexible. “Fueron tan intensas las modificaciones que se puede afirmar que la clase-que-vive-del-trabajo sufrió la más aguda crisis de este siglo, que afectó no sólo su materialidad, sino que tuvo profundas repercusiones en su subjetividad y, en la íntima relación de estos niveles, afectó su forma de ser[1].”

Por otra parte, desde los 90’ -luego del triunfo de EE.UU. sobre Irak en la guerra del Golfo- el avance de las políticas neoliberales (implementadas como un intento de superar una nueva crisis capitalista) sientan las bases para un nuevo cambio en la organización del trabajo. Las empresas multinacionales se van instalando en los mercados haciendo uso de la mano de obra a menores costos y obteniendo, así, mayores tasas de ganancias.

Esto en definitiva fue acompañado de un proceso político mundial que terminaba de cerrar la bipolaridad mundial de la guerra fría y, a la vez, abría un nuevo escenario donde el discurso de la democracia liberal había triunfado, luego de la caída de los socialismos 'reales' (burocrático/deformados), trayendo con sigo el nacimiento/consolidación de las bases ideológicas del "pensamiento único" dentro de la filosofía, la historia, la ciencia (social/natural que en la soc. burguesa en realidad se encuentra dividida), el arte, etc.

Frente a éste escenario parecía realmente muy sencillo al capital avanzar en un proceso de búsqueda de oportunidades de inversión o negocios, de búsquedas de rentabilidad máxima o de desregulación total. En éste sentido los gobiernos y los estados comenzaron a entrar en un ciclo de coordinación global frente a la lógica de avance del capital, esto obviamente de distinta manera e 'intensidad' y con algunas excepciones, pero con una característica en particular: la creencia y la fe absoluta en el álgebra sagrado de la economía capitalista, en donde asociaciones como a menor regulación = mayor inversión = mayor crecimiento = menor desempleo = menor pobreza, se encuentran en boga de la teoría económica burguesa/actual.

Aunque se diga en la práctica que estas leyes algebraicas están probadas estadísticamente, podríamos citar millones de casos o millones de artículos que se detienen para señalar lo contrario, pero a nuestro parecer lo que hoy falta de todas maneras poner en discusión es ¿cuál es el origen y las consecuencias de la construcción de éste edificio económico? ¿Cómo se mantiene y desarrolla la economía capitalista? y ¿Cuál es el rol del trabajo/trabajador en éste escenario?

Intentamos con esto volver al estudio de la teoría marxista, especialmente a la teoría del valor de forma de comenzar a entregar una discusión más completa frente a los fenómenos actuales de cambios en la economía internacional desde la visión y centralidad del trabajo y las relaciones de producción.

[1] Antunes, R.: ¿Adiós al trabajo?, Ed Antídoto.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal