Declaración política de la LOR-CI
Declaración política de la LOR-CI
Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional
Frente a la ofensiva de la derecha burguesa, los cívicos y los pactos contra los trabajadores y el pueblo
¡HAY QUE PREPARAR UN PLAN DE LUCHA Y ORGANIZAR LA MOVILIZACION NACIONAL POR NUESTRAS DEMANDAS!
El empresariado, los terratenientes y los cívicos están a la ofensiva
Los titulares de la prensa de las ultimas semanas son elocuentes: “la asamblea Constituyente en coma”, “horas decisivas para salvar la Asamblea Constituyente”, “ordenes de arresto contra los integrantes de la directiva de la Asamblea” y un sin fin de similares declaraciones que muestran hasta que punto los banqueros, empresarios y terratenientes ya no necesitan ni siquiera de esta instancia para preservar sus intereses, llegando hasta el extremo de golpear y corretear el viernes 12 de noviembre a varios Asambleístas del MAS. Un importante sector de la clase dominante formada esencialmente por los cívicos y una parte de PODEMOS, están optando por el boicot abierto inclinándose hacía el colapso de la Asamblea Constituyente, en medio de un enrarecimiento de la situación política y con un aumento de las tensiones en las relaciones con EEUU, crece la preocupación popular por el alza del costo de la vida, la escasez de gas, diesel o aceite y otros, la pérdida de poder adquisitivo del salario y la evidente especulación de productos de primera necesidad.
Sin embargo este es el resultado de una política de permanente conciliación y pactos llevada adelante desde el propio gobierno y los integrantes del Movimiento al Socialismo (MAS), en estos casi dos años de gobierno y que ha tenido como resultado por un lado la “pasivisacion” del movimiento de masas que protagonizo los grandes levantamientos desde el año 2000 hasta el levantamiento de octubre del 2003 y junio del 2005 y por el otro lado una recuperación y conquista de varios puntos de apoyo de la derecha tradicional, envalentonando a sus mas radicales exponentes. Luego de la golpiza a varios Constituyentes, en una entrevista realizada por la RED UNO, García Linera afirmó estar dispuesto a negociar y a llamar todas las veces que fuera necesario a Costas y a PODEMOS para pactar, orientación que ya viene bordeando la cobardía mas escandalosa. Luego de varios meses de parálisis en las labores de la Constituyente, un nuevo acuerdo sobre la base de un nuevo triunfo cívico permitirían destrabar la situación en la semana que se inicia el 19 de noviembre.
La situación política evoluciona a la derecha
Si bien en este tiempo de gobierno del MAS, la clase dominante ha logrado importantes puntos de apoyo para la preservación de sus intereses, aun no ha podido recuperarse del todo de los golpes recibidos durante los levantamientos anteriores. El régimen político sumamente endeble se sostiene solo por la existencia del MAS, donde las representaciones burguesas, antes centralizadas en los partidos y en el régimen de “democracia pactada”, se encuentran divididos sobre la base de líneas regionales y políticas. Sin embargo, y cada vez más, gracias a la política del MAS y de la burocracia sindical, que sacaron a las masas de las calles, la derecha de conjunto gana terreno, se fortalece y puede hacer pie en sectores de la clase media disgustados y atemorizados y utilizar medidas como el paro del transporte y a sectores como los grupos universitarios en Chuquisaca, Santa Cruz y otras regiones como fuerzas de choque.
Para ilustrar lo que decimos, veamos como en la ciudad de El Alto, que exigía reversión al Estado de las capitalizadas, expulsión de las transnacionales, hoy los objetivos han sido paulatinamente cambiados hasta llevarlos al pantano burgués de la Capitalidad. Esta es una disputa mezquina entre la decadente burguesía Chuquisaqueña y los intereses regionales de Pepe lucho y Juan del Granado, utilizando al movimiento de masas como base de maniobras de esta pelea. El mismo fenómeno se da en el Oriente, donde la burguesía regional, representante orgánica de los terratenientes y latifundistas, azuzan el desencanto del pueblo cruceño con un centralismo burocrático, con el objetivo de asegurarse la tenencia de la tierra y los recursos naturales de la región.
Esta profunda crisis de representación de la burguesía como clase, las divisiones internas y la consiguiente pelea entre diversos grupos buscando conquistar ese rol de interlocutores validos, se traslada inevitablemente a todas las esferas del poder estatal poniendo en riesgo como es la posibilidad de sacramentar un nuevo régimen político de dominación a través de una Asamblea Constituyente pactada.
Los riesgos de un eventual fracaso, son esencialmente que quedarían fisuras abiertas en el régimen, que pueden ser fuente de nuevas crisis políticas y sociales, por derecha o por izquierda, haciendo crónica la recurrente inestabilidad política.
Una Asamblea Constituyente de solo 13 personas
Desde la misma Ley de Convocatoria para la Asamblea Constituyente se han venido burlando una a una las aspiraciones democráticas de los trabajadores y el pueblo que creyeron que con esta Asamblea podría encontrarse un canal pacifico para la obtención de todas y cada una de sus demandas. Sin embargo, con la creciente presión de las clases dominantes y el permanente “ceder” por parte del MAS, han desfigurado esta Asamblea hasta lo irreconocible. Primero la discusión estaba en que el sistema de votación debería basarse en representaciones corporativas, con representación proporcional de los diversos sectores, posteriormente se discutía que la futura Constitución debería contar con la votación del 50% de los asambleístas, luego con la Ley de Convocatoria se llegó a los 2/3 en el texto final, luego pasamos a los 2/3 no solo en el texto final, sino en cada articulo e incluso en las resoluciones de las comisiones, para finalmente en una vergonzosa componenda en la vicepresidencia de la Republica entre el gobierno y los jefes de varios partidos de la burguesía y del empresariado, como UN o el MNR, a redactar hasta el 70% del eventual texto constitucional. Los restantes 240 constituyentes solo serán, en caso de revivir la asamblea, meros levanta manos de lo ya acordado por 13 dirigentes y donde se garantizan todas y cada una de las demandas de la burguesía como son las autonomías departamentales, seguridad jurídica para tierras e inversiones extranjeras. Se esta llegando al extremo, de discutir por parte de algunos asambleístas la necesidad de que las sesiones de la asamblea en el mes que resta se lleven a cabo dentro de un regimiento militar de Sucre. Las demandas por las que murieron decenas de trabajadores y pueblo humilde, por las que quedaron heridos y con secuelas cientos de trabajadores, quedaran en la nada.
El MAS es responsable de la ofensiva de la burguesía
Si el MAS ha cedido permanentemente a las demandas de la clase dominante, obedece a que desde un primer momento jamás buscaron garantizar las demandas obreras, campesinas y populares. Toda la pequeño burguesía intelectual y del mundo del las ONG’s que tuvo terror de los levantamientos como el de Octubre, la que marchó con pañuelos blancos pidiendo paz en Octubre, la burocracia campesina que se fue a dar conferencias al exterior mientras aquí se peleaba, vieron la oportunidad de retornar a la administración del poder estatal, montándose en las espaldas, esfuerzo y sacrificio de los pueblos originarios y del movimiento campesino con el triunfo del MAS en diciembre del 2005.
Para esta estrategia tenían que mostrarse como serios garantes del orden burgués, eliminando los temas urticantes de la agenda política antes de que los trabajadores y el pueblo empezaran a exigir su resolución. Primero fue la burda campaña mediática sobre la “nacionalización de los hidrocarburos”, donde mientras se le daba el caramelo al movimiento de masas, se firmaban nuevos contratos con las transnacionales, con mayores ingresos “proyectados” para el Estado Nacional, pero que garantizan la seguridad jurídica de los negocios de las multinacionales. Luego vino la Ley de Modificaciones a la Ley INRA de Gonzalo Sánchez de Losada, que acorta los tiempos del saneamiento de tierras pero garantizan el latifundio. Pero los compromisos y la voluntad de hacerse creíbles no se limitaron a estas macro medidas, sino que a lo largo de estos casi dos años hemos presenciado un desplazamiento de las esferas de poder, desde el ala indígena originaria, pasando por sectores de clase media ligada al mundo intelectual y de las ONG’s hasta hoy, donde el verdadero centro se encuentra en la clase media tecnócrata y el ala militar del MAS, con De La Quintana, Contreras o Cesar López, jefe del estado mayor durante la masacre de Octubre. El personal técnico administrativo, que colaboró y fue parte de todos los gobiernos neoliberales, de todas las reparticiones estatales no solo que no ha sido desplazado sino que hoy ocupa nuevos y altos cargos en el Estado.
La crisis, radica en que la clase dominante no los considera sus legítimos representantes, les tienen desconfianza para dejar en sus manos la administración general de los negocios burgueses y sectores importantes están empapados en reaccionario racismo dificultando la labor del MAS de presentarse como una opción burguesa seria.
Frente a las concesiones que el gobierno ha llevado a cabo en el tema petrolero, las empresas le contestan con una huelga de inversiones que hoy se refleja en la espantosa escasez de gas y diesel. Frente a las concesiones en el tema de tierras, le contestan con la juventud cruceñista y bandas armadas para expulsar a los Sin Tierra, y/o con el acaparamiento y especulación de alimentos, frente a la Constituyente le contestan con bloqueos, marchas y ordenes de arresto. En todo este juego perverso los grandes perdedores son los pueblos originarios, el movimiento campesino y los trabajadores asalariados y los sectores populares de las ciudades ya que mientras el MAS preserva los intereses de las clases dominantes, estas a su vez preservan al MAS ante los ojos de las masas al crear la ilusión de que “Evo no puede cambiar nada porque no lo dejan”.
El rol de la COB y los organismos sindicales
La ausencia en el escenario político de la otrora poderosa Central Obrera Boliviana se ha hecho ya patético. Como parte de esta crisis, esta que la COB ha dejado de ser la representación orgánica, aunque más no fuera en términos sindicales, del movimiento obrero boliviano. Miles de trabajadores de los servicios públicos como transporte, telecomunicaciones, bancarios, textiles, joyeros, zafreros, agroindustriales se encuentran sin organización sindical y no existe una política desde la central para revertir esto. Por ejemplo, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, existen en la ciudad de La Paz y El Alto cerca de 400 fabricas de las cuales aproximadamente solo 60 están enmarcadas dentro de la FDTFLP. Incluso en el núcleo duro que aun mantiene la COB como son los mineros, hay miles de peones y asalariados de las Cooperativas mineras que no cuentan con organización. Esta situación lleva a que la COB solo sea, producto de su tradición y un pasado de renombre, un referente político del mundo del trabajo, lo que desde la LOR-CI hemos denominado el “Partido Sindical”. La profunda crisis de la central obedece al programa y a la política sostenida por la misma al ubicarse como pata izquierda, aunque a veces critica, del gobierno de Evo Morales. Le dejaron las manos libres al gobierno en los pactos y acuerdos en la Asamblea Constituyente al negarse a tener una política activa como era en su momento la necesidad de un Instrumento Político de la central, para desenmascarar ante los ojos de obreros y campesinos el rol de esta asamblea. La bancarrota política a la que esta conduciendo a la central el actual Comité Ejecutivo dirigido por Pedro Montes, queda en completa evidencia cuando las banderas contra el alza del costo de vida quedan en manos de la derecha o donde la movilización preparada para primeros días de noviembre exigiendo el cumplimiento de la “Agenda de Octubre” tuvo que ser postergada sin fecha para las primeras semanas del 2008 ante la imposibilidad de garantizarla. Dejan pasar los ataques a la economía obrera y popular que significan; el alza de precios y la escasez de productos como el gas, la harina, la carne y otros, producto tanto de las maniobras especulativas de ganaderos y empresarios, que hacen grandes ganancias con el hambre del pueblo, como de la propia política económica del gobierno, que respeta la “austeridad” neoliberal, la “apertura económica” y “libertad de comercio”, etc. y no piensa tocar los intereses burgueses y latifundistas, etc.
Plan de lucha nacional para enfrentar a la derecha
La contrarrevolución empresarial y terrateniente ha recuperado terreno. La derecha se apropia demagógicamente hasta de la bandera de la carestía de la vida. La Asamblea Constituyente pactada, más allá de su feliz o infeliz conclusión, ha conseguido uno de sus primeros objetivos que es sacar al movimiento de masas de las calles y sujetarlo en una dulce espera y postergación de sus elementales demandas. Los trabajadores, los campesinos y el pueblo necesitamos un plan de lucha para enfrentar a los empresarios, terratenientes, cívicos y prefectos derechistas. ¡Hay que golpear donde les duele!
Los míseros aumentos otorgados por el gobierno, que no fueron cumplidos por la mayoría de los empresarios han sido devorados hace meses por la inflación. La canasta familiar esta por las nubes y nuestros magros salarios no alcanzan para cubrir nuestras necesidades básicas, por eso frente a la inflación y el aumento del costo de vida exijamos:
¡Aumento general de salarios del 20%!! Salario mínimo nacional de 1.800 Bs!
Se estima que para fin de año los trabajadores veremos reducido nuestro salario en un 14%, mientras los precios de la canasta básica aumentan el salario se mantiene congelado. Para defender el valor de nuestro salario exijamos:
¡Escala movil de salarios! Si aumentan los precios de la canasta básica aumentan los salarios.
Los empresarios especuladores juegan con el bolsillo y el estomago del pueblo, sacando del mercado productos básicos. Frente a la escasez de aceite que se vivió en algunas ciudades del país, y cuyas fábricas están en poder de agro industriales del oriente como Marinkovic (FINO), la propuesta futura del gobierno de crear de una empresa estatal de este producto no alcanza, los sindicatos tienen que exigir:
¡Expropiación sin pago de las empresas y fábricas que especulan! ¡Que funcionen bajo control de sus trabajadores! Únicos capaces de garantizar una producción y distribución al servicio del pueblo.
Frente a la escandalosa especulación en el precio de la carne el gobierno a empezado a importar la misma para bajar el precio, tímida medida que no revierte la situación.
¡Expropiación de las tierras de engorde de los ganaderos! ¡Comités obreros, vecinales y populares que controlen la distribución y los precios en toda la cadena de este producto!
Los pueblos originarios ven que sus demandas de Territorio y/o autonomías indígenas van a quedar subordinadas a los Costas, Cossio y compañía. Las autonomías departamentales buscan consolidar la tenencia de tierras de los grandes latifundistas. La Asamblea Constituyen no ha garantizado el derecho a la tierra ni al territorio.
Frente a esta situación es necesario que el Movimiento Sin Tierra, los pueblos originarios y los campesinos del oriente inicien la lucha para imponer una:
¡Reforma agraria que liquide el latifundio, ocupando las tierras de los grandes terratenientes y oligarcas!
En las ultimas semanas hubo denuncias de que varias transnacionales petroleras, no solo que están especulando con la distribución de gas y diesel, sino que incluso actúan como fuente de financiamiento de grupos como la Juventud Cruceñista. Esto es producto de la política del MAS que dejo en manos de estas transnacionales los recursos naturales. Es necesario un verdadero plan de lucha para imponer la “agenda de octubre”:
¡Por una verdadera nacionalización de los hidrocarburos! ¡Expropiación sin pago de todas las transnacionales!
Frente a estas y otras medidas de carácter indispensable, la burguesía y los terratenientes recurrirán a las FFAA y a sus grupos de choque como ya se vio en Sta. Cruz, Cochabamba o Sucre, es por eso que los sectores movilizados debemos prepararnos poniendo en pie:
¡Comités de autodefensa en el camino de preparar milicias obreras, campesinas y populares!
Para poner en marcha un programa que derrote a la derecha y que garantice las demandas obreras, campesinas, indígenas y populares, el único camino es el de la movilización, sin permitir que nuestras organizaciones sindicales sean subordinadas al gobierno del MAS y su política de conciliación. Necesitamos unificar la fuerza de los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, los pueblos originarios y los sectores populares empobrecidos mediante:
Plan de lucha y movilización nacional.
Por un gobierno obrero campesino y popular
Los marxistas revolucionarios que formamos la LOR-CI, consideramos que los masistas, burócratas sindicales, y reformistas nos lleva a repetir la nefasta experiencia de la UDP: conciliar con la burguesía, descargar la inflación sobre los hombros del pueblo trabajador, frenar la lucha de las masas, etc., solo lleva agua al molino de la derecha. Entre el programa reformista del MAS, que ya empieza a mostrar toda su impotencia y verdadero carácter, y el plan pro imperialista de la derecha, hay que empezar a levantar una alternativa de los trabajadores, los campesinos, las naciones originarias y el pueblo pobre. Solo un gobierno obrero, campesino y popular podrá llevar hasta el final la “agenda de octubre”, aplastar a la reacción, expulsar al imperialismo y las transnacionales y abrir el camino a la resolución de todas nuestras demandas iniciando la única revolución posible: la revolución socialista.
Sin embargo para esta tarea la clase obrera necesita su propio partido, un partido revolucionario, socialista, internacionalista, que no le tiemble el pulso ante los ataques de la derecha y que impida que reformistas y conciliadores paralicen la acción del movimiento de masas.
Llamamos a los sindicatos combativos, a los mineros de Huanuni, al Magisterio, a los estudiantes y campesinos que ven que nuevamente las aspiraciones populares están siendo burladas, a impulsar un plan de lucha para imponer nuestras demandas y a empezar a discutir como poner en pie ese partido que necesita en forma urgente la clase obrera y el movimiento de masas nacional.
18 de noviembre del 2007
LOR-CI
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