Sociología Obrera

lunes, 19 de noviembre de 2007

Discusiones acerca del salario ético desde el marxismo. Apropósito de la inflación y la depreciación del precio de la fuerza de trabajo.

Discusiones acerca del salario ético desde el marxismo. Apropósito de la inflación y la depreciación del precio de la fuerza de trabajo.

Dasten Julián.


En los últimos meses hemos visto una tendencia generalizada al aumento del precio de las mercancías en el mercado nacional e internacional debido a una serie de factores que la teoría de la economía burguesa ha atribuido su explicación a la comercialización y las leyes absolutas de la oferta y demanda. Esto obviamente no resulta convincente en explicar el valor de las mercancías a través del precio. Es una teleología operante desde siglos de la tradición ‘clásica’ de la economía política y que hoy pretende pasar desapercibida a partir de un ocultamiento de las implicancias sociales y materiales en la vida de las personas, y especialmente de los trabajadores, con respecto a su propia existencia/subsistencia.

Por ello, en cambio, trataremos de entender que significan estos cambios en la misma producción (en la relación de extracción de plusvalor, en la venta de la fuerza de trabajo, etc.), sosteniendo los principios de la ley del valor de Marx, la cual veremos conserva una vigencia histórica indesmentible, y cuales son sus implicancias para la clase trabajadora en la coyuntura actual.

Además, durante el presente año hemos asistido al llamado proceso de recomposición de la clase trabajadora, en donde han existido huelgas obreras significativas en contra de la precarización laboral, de las desigualdades en los procesos de acumulación de capital y las condiciones de vida de la clase trabajadora. Esto obviamente ha activado los sensores de las clases patronales de manera de contener el desarrollo que éste proceso ha venido teniendo, lo cual se ha materializado en una “agenda social” por parte de los partidos de la burguesía, y por otro lado, el ‘salario ético’ de parte de la Iglesia. Ambos juegan un rol bastante complejo como falsos amigos del pueblo en la actualidad en la mismísima historia de la lucha de clases, la historia de la sociedad capitalista.

¿Qué es la inflación?

La Inflación según la teoría económica hegemónica se define como un "aumento generalizado en el nivel de precios de la economía, el que usualmente se debe a un incremento persistente de la demanda por sobre la oferta". Tomando nuevamente en cuenta las características de la oferta y la demanda nunca llegaremos a entender la inflación, sino nos trasladamos directamente a la producción en vez de dar un rodeo gigantesco por el área de la circulación de las mercancías.

En los últimos meses hemos visto que se han combinado varios fenómenos que han afectado el incremento de los 'niveles de precios', el cual en Chile es representado por un indicador llamado índice de precios del consumidor (IPC), el cual se basa en una estimación a partir de una canasta de 483 productos en el consumo de los hogares del Gran Santiago(1).

el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señala que "la calidad y precisión de la medición de la variación de los precios de los bienes y servicios de consumo está relacionada con la inclusión de un mayor número de artículos y productos; la mayor cantidad de precios que se toman por productos; una mayor periodicidad en la toma de precios de algunos productos; definiciones más afinadas de los productos y variedades"(2).

los ignificativo de la inflación, como indicador, es que dentro de los más de 480 productos que se utilizan en su variabilidad de precios para su cálculo, están constituidos en gran parte por bienes de consumo, como los 483 con que se calcula el IPC desde el año 1998 (100%), en donde el grupo alimentación reúne 162 productos, el grupo vivienda 30 productos/bienes, el grupo equipamiento de vivienda reune 86 bienes/servicios; el grupo vestuario 82 bienes; el grupo transporte 26 servicios; el grupo salud se encuentran 45 servicios/productos; educación 58 servicios/productos; mientras el grupo otros (tabaco, servicios profesionales y otros gastos) involucra 8 productos/servicios.

Si cuantitativamente se analiza éste conjunto de elementos y se aplica a las características de consumo de acuerdo a quintiles veremos que la inflación también es un fenómeno que se manifiesta de distinta forma en una sociedad dividida en clases, ya que como lo señala un estudio del ems de agosto del Instituto Pensamiento y libertad son los más pobres los que reciben el mayor peso de la inflación.

Todos estos precios tienen que ver con la conformación del salario mínimo, por lo que se encuentra una seria contradicción, apartir de las ya existentes claro, acerca de la relación existente entre la subsistencia del salario mínimo. en éste sentido Marx señala en relación al valor de la fuerza de trabajo:

"El valor de la fuerza de trabajo se determina, como en el caso de culquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para la producción, y, en consecuencia, también para la reproducción de éste artículo especial… dado el individuo, la producción de la fuerza de trabajo se reduce al necesario para la producción de los medios de subsistencia; en otras palabras, el valor de la fuerza de trabajo el valor de los medios de subsistencia de necesarios para el mantenimiento del trabajador… sus medios de subsistencia deben ser suficientes para mantenerlo en su estado normal como individuo laborante. Sus necesidades naturales, como el alimento, el vestido, el combustible y el alojamiento varían según las condiciones físicas de su país. Por otra parte, el número y la magnitud de sus llamadas necesidades esenciales… son el producto del desarrollo histórico y dependen por lo tanto , en gran medida, del grado de civilización de su país"

De la venta de fuerza de trabajo y la formación del salario

Marx dice "El salario no es la parte del obrero en la mercancía por él producida. El salario es la parte de la mercancía ya existente, con la que el capitalista compra una determinada cantidad de fuerza de trabajo productiva... La fuerza de trabajo es, pues, una mercancía que su propietario, el obrero asalariado, vende al capital. ¿Para qué la vende? Para vivir".

Si bien el salario ha sido una forma histórica que ha asumido la venta de fuerza de trabajo, sabemos que su condición de existencia no es natural, sino que ha sido parte de un proceso histórico en donde el modo de producción ha triunfado a parir de la supremacía de la burguesía, la cual requirió en un momento determinado el fin de la esclavitud y comenzar la venta del 'trabajo libre'.

Este paso histórico finalemente ha significado relaciones de producción que "nada tienen ver con el trabajador" o que como bien dice MArx "son independientes a su voluntad", lo que queda expreso en el siguiente párrafo de Salario, precio y ganacia: "... su actividad vital no es para él más que un medio para poder existir. Trabaja para vivir. El obrero ni siquiera considera el trabajo parte de su vida; para él es más bien un sacrificio de su vida. Es una mercancía que ha adjudicado a un tercero. Por eso el producto de su actividad no es tampoco el fin de esta actividad. Lo que el obrero produce para sí no es la seda que teje ni el oro que extrae de la mina, ni el palacio que edifica. Lo que produce para sí mismo es el salario; y la seda, el oro y el palacio se reducen para él a una determinada cantidad de medios de vida, si acaso a una chaqueta de algodón, unas monedas de cobre y un cuarto en un sótano".

Así se entiende el significado objetivo del salario, como la expresión de la contradicción entre lo que significa el trabajo, la venta de la fuerza de trabajo

Salario e Inflación. De la depreciación de la fuerza de trabajo y la lucha por la subida del salario

Cuando el salario mínimo se calcula regularmente de acuerdo a un límite intocable, él cual es el que asegura la reproducción de la fuerza de trabajo, y éste límite es el valor de los precios de un conjunto de mercancías que se asocían al consumo del trabajador en función de su vitalidad, se deb suponer que la relación entre estos precios debe mantenerse 'armónica' de forma de mantener la relación de congruencia con el límite fijado, el cual dijimos es la reproducción del trabajdor.

Ahora si en éste proceso vvemos la inflación como manifestación o 'desajuste' en la estructura productiva o en la producción de algunas mercancías (escasez de la producción de bienes y alta demanda de los mismos), vemos que el llamado 'costo de la vida' implica que el mismo trabajador y el cálculo actual de la fuerza de trabajo como límite mínimo de existencia queda finalmente obsoleto y superado de acuerdo a las nuevas condiciones de producción, lo implica nuevas condiciones de consumos y una nueva relación en la venta del conjunto de las mercancías.

Así la fuerza de trabajo, que se vende como una mercancía más en el mercado, al no ser alterada en el precio de su venta, hace que las capacidades de subsistencia del trabajdor se vean limitadas a un exceso aún más radical que la misma precariedad ya existente a partir de la venta de su fuerza de trabajo. Asistimos así a una devaluación de la fuerza de trabajo, lo que implica una nueva demanda y lucha de la clase trabajadora por el aumento salarial en función, obviamente, no sólo de su subsistencia, pero claro que sí con un aliciente objetivo detonante de nuevas manifestaciones de precariedad y pobreza en la clase trabajdora.

Las manifestaciones que hoy llaman a movilizarse en contra de la subida de precios, no deja de ser funcional de acuerdo a los intereses de un posicionamiento como consumidor y comprador en el mercado. Este posicionamiento político objetivo en una sociedad de clases no deja de ser la manifestación pequeño-burguesa y bizarra de un proceso social ascendete que tiene su seno en la producción de las mercancías, en donde la clase trabajora es la que encuentra una contradicción severa en las relaciones de producción en la venta de su fuerza de trabajo.

Pedir el sece de la subida de precios y denostar la posibilidad de actuar de acuerdo a la tradición histórica del proletariado en función de un cambio social que destruiya de raíz el capitalismo es obviamente uno de los objetivos de estas convocatorias que rechazan el papel que desempeña el trabajador en la mantención de la base económica, atribuyendole un poder místico a la capacidad de consumo de los 'ciudadanos' poseedores de capital.

Un rechazo a la subida de precios se realiza en los lugares de producción, en donde está la base del salario y la expresión del valor. No se puede dejar esto al juego y azar de un mercado que pretende ser un absoluto regulado por un país de ciudadanos/consumidores. La lucha por la subida de salarios cobra así vigor. El comentario causla de que "todo sube menos los sueldos" cobra forma de acuerdo a las mismas contradicciones del capitalismo y a una degradación en la tasa de ganacias de los empresarios chilenos que comienzan a ver esto como un fenómeno orgánico del capitalismo mundial, y pretenden auscultar una serie de medidas patronales tras la máscara 'racional' de la salud y bienestar del crecimiento económico.

La lucha por la subida de salarios cobrará aún mayor fuerza de acuerdo al agravamiento de estas contradicciones y más aún de acuerdo a la necesidad de los emrpesarios chilenos de comenzar a reducir los costos e inversiones en capital variable, en función de una competencia económica cada vez más sangrienta, en donde obviamente los trabajadores son los explotados y sobre-explotados.


(1) https://www.economiamascerca.cl/documentos/mcg31052005.pdf

(2) Aspectos metodológicos del cálculo del IPC http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/estadisticas_precios/ipc/metodologia/pdf/aspectosmetodologicos.pdf

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