Y marchamos. Los trabajadores del Frigorífico presente
El día jueves 15 de noviembre los trabajadores del Frigorífico Temuco que cumplían una semana desde hecha efectiva la huelga legal marcharon todos, los 240 trabajadores que votaron la huelga, por las calles de Temuco.
Una demostración de la unión y fortaleza de estos trabajdores quienes comenzaron su marcha desde las mismas instalaciones de la planta del frigorífico ubicada en la villa Altamira, bajando por la calle Los pioneros, leugo por Recabarren, Francisco Salazar, Avenida Caupolicán, portales, Bulnes, llegando finalmente a la plaza Lautaro (o Teodoro Smith) a descansar de tan largo camino.
Los gritos y las consignas se hicieron sentir como parte importante de la marcha que mostró a los trabajadores y su disposición a afrontar colectivamente a la intransigencia de la patronal con manifestaciones públicas que señalen con el dedo la precariedad y explotación ha que están sujetos los trabajadores hoy en día por parte de empresarios capitalistas como el Sr. Andrés Allende.
Lo más interesante es que otros trabajdores vayan sacando lecciones de la posibilidad real que existe de enfrentar a los empresarios, de dar una batalla fuerte y consecuente a los principios de la clase obrera, con una disposición única a la lucha, donde la conciliación no es posible, porque significa renunciar a la dignidad y a la calidad de vida que se merecen los trabajadores en todas partes del mundo. Los trabajadores no tienen patria, esta es una leccióin que debemos ir aprendiendo cuando busquemos a nuestros compañeros en el exterior y llamemos a apoyar sus protestas y luchas contra el capital, como única forma de superar la actual miseria que nos inunda.
El salto que se ha dado en la lucha obrera le compete a toda la clase obrera. Esta enérgica y vital demostración de convicción en y de las fuerzas de la clase trabajadora muestran un ejemplo que debe ser continuado, tanto por los trabajadores del Frigorífico en Osorno, como de los trabajadores de Ripley, Alamacenes París y el gran comercio en general; debe ser seguido por los expectatntes trabajadores de VTR que deben unir sus fuerzas a las del frigorífico para encontrar una respuesta a sus demandas; debe ser seguido por el conjunto de la clase obrera del país, aunque aún así no sea suficiente.
Debemos avanzar hacia una unión de los trabajadores de todo Temuco, los cuales han sacado las lecciones de las huelgas obreras y saben que su fortaleza está en la unión de los trabajadores en contra de la patronal. La necesidad de la formación del primer Consejo Obrero de Chile está a las puertas de materilizarse a partir de la disposición y experiencia que han obtenido los trabajadores, no tan sólo en Temuco, sino que en todo Chile, a partir de sus experiencias de luchas en contra de la ganancia ilimitada de los empresarios y de los sueldos de miseria de la clase trabajadora. Pero aún así sigue siendo insuficiente.
¿Por qué insuficiente? Porque debemos comenzar a pensar que de acuerdo a las mismas experiencias de la mal llamada "lucha económica" y de la bien llamada lucha sindical hemos 'descubierto' las característcias políticas de un conflicto entre las clases. Éste se encuentra presente en las mismas relaciones de producción (un nuestra fábrica), pero también en nuestras relaciones jurídicas (vimos la negociación hace dos artículso atrás en el tema de reemplazo de trabajdores) y para que hablar de su relación con la política y sus políticos burgueses, lo que demuestra que nuestra lucha debe seguir una orientación hacia a la acción y la organización política de la clase obrera. La clase obrera llega a tener un contenido organizador y revolucionario a través de su partido, que represente sus intereses y sea capaz de construir una nueva sociedad basada en la abolición de la propiedad privada, del salario y de la ganancia de la patronal.
Todas estás son tareas que debe asumir una organización revolucionaria y comprometida con la causa y los intereses de la clase obrera. Esto sólo lo puede hacer una organización que avanza de la mano de la vanguardia de la clase trabajadora, la que hoy da las luchas más significativas en contra del capital, la que se une a los núcleos inciales de la unión y acción de la clase trabajadora, pero tiene la suficiente madurez política como para no perderse y alentar los fines inmediatos sin considerar la tarea histórica a la cual está llamada la clase trabajdora aún hoy, la conquista del poder y la formación de un estado obrero en la conformación de una sociedad sin clases, una sociedad comunista. Esta organización hoy resulta ser Clase contra Clase.
Una demostración de la unión y fortaleza de estos trabajdores quienes comenzaron su marcha desde las mismas instalaciones de la planta del frigorífico ubicada en la villa Altamira, bajando por la calle Los pioneros, leugo por Recabarren, Francisco Salazar, Avenida Caupolicán, portales, Bulnes, llegando finalmente a la plaza Lautaro (o Teodoro Smith) a descansar de tan largo camino.
Los gritos y las consignas se hicieron sentir como parte importante de la marcha que mostró a los trabajadores y su disposición a afrontar colectivamente a la intransigencia de la patronal con manifestaciones públicas que señalen con el dedo la precariedad y explotación ha que están sujetos los trabajadores hoy en día por parte de empresarios capitalistas como el Sr. Andrés Allende.
Lo más interesante es que otros trabajdores vayan sacando lecciones de la posibilidad real que existe de enfrentar a los empresarios, de dar una batalla fuerte y consecuente a los principios de la clase obrera, con una disposición única a la lucha, donde la conciliación no es posible, porque significa renunciar a la dignidad y a la calidad de vida que se merecen los trabajadores en todas partes del mundo. Los trabajadores no tienen patria, esta es una leccióin que debemos ir aprendiendo cuando busquemos a nuestros compañeros en el exterior y llamemos a apoyar sus protestas y luchas contra el capital, como única forma de superar la actual miseria que nos inunda.
El salto que se ha dado en la lucha obrera le compete a toda la clase obrera. Esta enérgica y vital demostración de convicción en y de las fuerzas de la clase trabajadora muestran un ejemplo que debe ser continuado, tanto por los trabajadores del Frigorífico en Osorno, como de los trabajadores de Ripley, Alamacenes París y el gran comercio en general; debe ser seguido por los expectatntes trabajadores de VTR que deben unir sus fuerzas a las del frigorífico para encontrar una respuesta a sus demandas; debe ser seguido por el conjunto de la clase obrera del país, aunque aún así no sea suficiente.
Debemos avanzar hacia una unión de los trabajadores de todo Temuco, los cuales han sacado las lecciones de las huelgas obreras y saben que su fortaleza está en la unión de los trabajadores en contra de la patronal. La necesidad de la formación del primer Consejo Obrero de Chile está a las puertas de materilizarse a partir de la disposición y experiencia que han obtenido los trabajadores, no tan sólo en Temuco, sino que en todo Chile, a partir de sus experiencias de luchas en contra de la ganancia ilimitada de los empresarios y de los sueldos de miseria de la clase trabajadora. Pero aún así sigue siendo insuficiente.
¿Por qué insuficiente? Porque debemos comenzar a pensar que de acuerdo a las mismas experiencias de la mal llamada "lucha económica" y de la bien llamada lucha sindical hemos 'descubierto' las característcias políticas de un conflicto entre las clases. Éste se encuentra presente en las mismas relaciones de producción (un nuestra fábrica), pero también en nuestras relaciones jurídicas (vimos la negociación hace dos artículso atrás en el tema de reemplazo de trabajdores) y para que hablar de su relación con la política y sus políticos burgueses, lo que demuestra que nuestra lucha debe seguir una orientación hacia a la acción y la organización política de la clase obrera. La clase obrera llega a tener un contenido organizador y revolucionario a través de su partido, que represente sus intereses y sea capaz de construir una nueva sociedad basada en la abolición de la propiedad privada, del salario y de la ganancia de la patronal.
Todas estás son tareas que debe asumir una organización revolucionaria y comprometida con la causa y los intereses de la clase obrera. Esto sólo lo puede hacer una organización que avanza de la mano de la vanguardia de la clase trabajadora, la que hoy da las luchas más significativas en contra del capital, la que se une a los núcleos inciales de la unión y acción de la clase trabajadora, pero tiene la suficiente madurez política como para no perderse y alentar los fines inmediatos sin considerar la tarea histórica a la cual está llamada la clase trabajdora aún hoy, la conquista del poder y la formación de un estado obrero en la conformación de una sociedad sin clases, una sociedad comunista. Esta organización hoy resulta ser Clase contra Clase.
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